
Una de las sensaciones más increíbles que existen en este mundo es la de saber que si todo te falla, o todos, puedes salir adelante y llegar a destino sin problemas.
El sábado pasado quedé botada en la mitad de Providencia, a las 5 de la mañana. Con 5 piscolas metidas en el cuerpo y dos borgoñas cabezones (hecho con mis manitos).
El problema de estar ebria a esa hora y en la calle es que cualquier cosa te puede pasar. Ya no podía llegar a mi casa así que tenía que llegar al centro.
Lo más divertido del asunto es que yo iba rumbo fijo a un cálido lugar que me había ofrecido una amiga, pero a mitad de camino ella se arrepintió y quede varada (cual ballena) en la oscura y peligrosa calle de Santiago.
Agregemosle además, que no tenía ni un puto peso, así que tenía que pedirle a un agradable micrero que me llevara a mi y a mi amigo por menos. (No mencionare el nombre de mi acompañanete por que ni siquiera él se acuerda de esta travesía)
Con los cojones bien puestos, mi compañero, a quien llamare.... Gonzalo... jejeje... se sube a una micro y le pregunta al chofer, perdón "operador" "
ns lllllevvv por tressssientus"... Obviamente el humilde chofer no nos iba a llevar por la suma de "tressssientus pesos"
Agarre valor y me subí a una micro, con una mano me agarraba a la puerta y con la otra a Gonzalo... A mi suerte había una mina que decía ALAMEDA LAS REJAS.... ALLLAAAAAAMEDAAA LARS REJASSSSSSS..... Ella me miró con compasión y dejo que pasaramos.
Habían unos raperos que se fueron peleando todo el camino.... además agreguemos que me dió una rabia tener que hacer esto siendo que "supuestamente" yo tenía amigos que se preocupaban por mi... Mi cara se desfiguro y lloré. Sí , como una pendeja....
La mina cantaba, unos locos peleaban, yo me preocupaba de la mochila de mi compañero y de mis pertenencias.
Lo que venía era peor... bajarse en teatinos con la alameda y caminar hacia dentro.... Horror, maldito Informe especial y contacto. ¡Que manera de meterte susto!
Ahí dije "patitas para que las quiero! y corrí hacia la casa de mi amado...
Ya más tranquila y a salvo me dí cuenta que yo puedo moverme en este mundo. Había estado en un recital lleno de pendejos enfermos, fui a una marcha por la no violencia, he compratido con asaltantes y violadores, me he parado en escenarios a cantar rancheras y cuecas...
Uno no puede depender de los otros, yo no puedo exigirle a los demás, simplemente tengo que aperrar yo sola.
Eso me lleva a estar tranquila y a no tener recentimientos por los que me rodean... Si yo puedo ayudar y acompañar a mis cercanos, bien, yo puedo. Si tengo que caminar por la mitad de la calle con alguien, lo hare...
Me basta saber que puedo.
Eso