martes, abril 09, 2013

Dejar a mi mejor amigo

Puede ser exagerado, pero lo siento así. A través de los años fuiste mi confidente, mi calma, mi pausa frente al ritmo inalcanzable del mundo. Sí, a tí te dedico estas palabras: a mi amigo el pucho.
Llevo seis días sin fumar y debo decir que ya te extraño, esos momentos íntimos en el que planeaba el futuro, el presente e inventaba el pasado.
Armábamos planes soñados de dietas y deporte, de viajes, de enfrentamientos a muerte... un duelo, un guante, una mejilla colorada.
Ay pucho, la gente no nos entiende, decían que nuestra relación era tóxica, que me hacías daño, pero creo que más me herían las promesas sin cumplir, los barsas enajenadores o los compañeros ideales que batallan por sobrevivir en este mundo.
Qué será de una piscola sin tí? qué haré cuándo el mundo se me venga encima, cuando quiera esconderme detrás del humo?
Siempre fuiste mi escudo, mi refugio, mi compañero.
Te recordaré con cariño, no me pondré celosa de verte en otros labios, viviré mi duelo y con mucha tristeza te digo... hasta siempre