lunes, septiembre 24, 2007

Matacán

Ya han pasado algunos días pero la sensación no se me quita del cuerpo. Son esos malditos flash back (recuerdos) que te recorren con un escalofrío y que se repiten cuando uno menos lo espera.
¿Cómo definirlo? Trágico... por dos razones, uno siempre espera reaccionar de una forma, la que es correcta y cuando esto no sucede algo te apunta con el dedo y te dice "eres una mierda al igual que todos". Por otro lado revives la situación una y otra vez para analizar hasta la última posibilidad de los eventos.
Nuevamente se me vienen a la cabeza y esto fue lo que sucedió...
Manejaba sola en busca de una bencinera, cualquiera, me daba lo mismo, para variar andaba con el tiempo corto por que me meto por calles que no conozco bien. "No puedo doblar acá", me decía a mi misma, es raro eso de hablar sola en el auto, siempre lo hago. Filo, me pegué una doblá dos cuadras después y me metí en una calle oscura. Eran las 8 y media de la noche y mi celular suena, en general no contesto hasta una luz roja pero era una calle chica y no se veía nada. Iba a unos cuarenta kilometros y cuando miro el celular en cuestión de segundos percibo un animal grande negro peludo de cuatro patas y es un.... ¡mierda! el auto se levanta por mi lado y se escucha un grito horrible, agudo de dolor, antes de pasar con las ruedas de atras me acuerdo que una vez alguien me dijo que si atropellas algo no frenaras porque así el animal no se aplastaba, antes de que pudiera terminar de analizar las explicaciones seguía escuchando un grito horrible, el auto lo había arrollado completamente.
Mire por el espejo retrovisor y no había nada, no pude frenar, no pude llorar, no hice nada... solo seguí manejando.

3 comentarios:

Alejandra dijo...

¡¡Cómo te entiendo amiga!! A mí me pasó lo mismo, pero el año pasado. Estaba en Chicureo ya que había ido a comprar una caja de huevos para mi mamá. Como estaba recién operada de la nariz, iba despacio en el auto. Iba atenta a todo, hasta que a último minuto percibí a un grupo de perros cruzando la calle. El auto de la pista contaria logró frenar, pero yo no tuve la misma suerte, ya que los perros se cruzaron cuando estaba a pasos de ellos. Y uno, no podía frenar porque detrás mío venía un auto que de hecho me quería adelantar. Dos, si me tiraba a la vereda, me iba contra dos peatones que circulaban por ahí, así que sólo pensé "qué pasen rápido los perros", pero sé que a uno lo atropellé, porque también sentí un bulto pasar por debajo de los neumáticos. Fue tal mi shock que seguí manejando sin mirar atrás, y aún cuando mis papás volvieron al lugar de los hechos y no encontraron rastros de ningún can, la verdad es que siempre recordaré ese momento, pero amiga, pasa y uno lo deja de lado... pronto lo recordarás como algo lejano y que ya sucedió. Besitos y cuidate mucho. Bye.

valeria dijo...

Pucha amiga!!! Mala suerte la del perrito que se cruzó en tu camino no más.... Pero todos los perritos se van al cielo, así que no te sientas mal.
Te quiero.

LA CARICATURA EXISTENCIALISTA dijo...

es un post intenso, lo pude visualizar bien, por la forma en que lo contaste, con el primer comment me paso lo mismo, vaya, supongo que a cualquiera le puede pasar, lo bueno es que demuestran un gran sentido de empatia con los animales, y de humanidad con la gente, a varias personas seguro el incidente les daria igual, gracias por compartirlo con sus lectores, saludos!