sábado, octubre 06, 2012

Jugar

Cuando chicos nos enseñan a conectarnos con el mundo a través de los juegos, los colores, los animales, los nombres de las cosas, el abcedario.
Uno aprende a relacionarse con el mundo de forma lúdica, hasta que llega un punto en que hay que ponerse serios, ser adultos y eso significa "cortar el hueveo" y tomarse la vida como es una guerra.
A mi me gusta jugar, de hecho me tomo muy enserio los juegos, competir en quién hace reir más al otro, disfrazarme, cambiar de rol cuando quiero, cantar y bailar ridículamente hasta que mis pulmones y mis pies me acompañen.
Así me manejo, muchos han mal interpretado el juego pensando que no soy seria, que no tengo proyectos sueños, que soy una eterna compañera que esta para los buenos ratos, que no hay que discutir porque "¿para qué? la estamos pasando bien"
Yo juego en serio, soy leal, creativa y constante, no hay nada que me estimule más que la complicidad de una mirada, que un comentario inteligente, que una conversa del corazón.
Siempre pensé que éramos pocos, de hecho siempre pensé mi vida de a dos, con alguien que no creo que lea estas palabras, con ese alguien con quien llevo jugando más de una década, con el cual quería jugar a ser adultos, a tener el espacio, el auto, los hijos, jugar al papá y a la mamá.
Esto no sucedió, no sucederá, él y yo sabemos por qué y aunque neguemos la realidad, esta ya nos está golpeando de frente.
No aguanto la derrota, el conformismo, mi alma juguetona no permite los límites, las normas, no quiero otro compañero de juego, solo quiero evitar ser el típico adulto que se limita porque las cosas están bien y estamos cagados porque es lo que nos tocó.
Yo quiero jugar y agradesco a los que quieren jugar conmigo.

No hay comentarios.: