Este año fue extraño, fue de tantear terreno y darme cuenta que las personas no cambian y la que necesita cambiar soy yo.
Fue un año intenso, extraño, con muchas determinaciones que me marcaran por el resto de la vida.
Me dí cuenta que quienes me rodean no son lo que creí que eran, más bien humanos que tratan de lidiar como mejor pueden los obstáculos sociales (Deudas, protocolos, pega, familia, valores preestablecidos)
No me llego la madurez, fue un año de excesos pero de toma de consciencia.
A pesar que dicen que nos es bueno decir los deseos, para mi lo único que quiero para el 2012 es lograr el equilibrio por el que he trabajado el 2011. Espero que mi mente y corazón se tranquilicen para poder ver con mayor claridad.
Les deseo lo mejor para el próximo año, tómense el tiempo para pensar y mirar a su alrededor.
Honor, humildad y respeto serán mis premisas desde ahora en adelante.
Un abrazo y muchas buenas energías para todos lo que tienen buen corazón y humor.
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