jueves, diciembre 31, 2009

2009

El 2009 lo recordaré como el año de "hacer", doce meses en los que no pensé mucho, sino más bien dije que sí a todas las oportunidades que se me presentaron.
Fue un año de mucho viaje y de relacionarme con gente que no conocía. En esas travesías descubrí lo tímida que soy y el miedo que me causa el rechazo. Busqué superar esta situación metiendome en todos los proyectos. "Sí, yo puedo" Sí, yo quiero" y así fuí conociendo personas maravillosas que me entendieron, me cuidaron y me enseñaron muchas historias.
Este año disfruté de la sabiduría de grandes maestros como de Don Leonardo Chacón y Luis Layera, hombres maravillosos que son muy sencillos y cariñosos.
Cada chef que conocí por el Recomiendo me enseñó algo, un detalle, una anécdota, fueron personas que marcaron mi año.
Con agradecimiento miro hacia atrás y veo la paciencia con que Alejandro y Soledad me enseñaban y me guíaban por mi trabajo, cosa que ningún jefe o colega hace en estos tiempos.
Me siento afortunada y tranquila por lo vivido en lo laboral.
En lo personal, fue un año de repensar mi relación, de sacudir recuerdos que no aportan en mi presente. Fue decir, "te quiero pero esto no me gusta", lo que es muy doloroso cuando se ama tanto a alguien.
Con los amigos fue extraño, los ví poco, muchos se fueron a vivir solos, otros pasaron pendientes de sus relaciones tormentosas, pero las pocas veces fueron muy enriquecedoras. Me pasa que cuando veo mucho alguien uno como que se acostumbra, en cambio cuando lo ve menos seguido, se valoran más y las conversaciones son más profundas.
La Caco se fue a Suecia, un pilar importante dentro de mi cable a tierra, eso fue una pérdida que resintió mi conexión con "el mundo exterior"
Mi familia se polarizó aún más, las diferencias al parecer son irreversibles, por lo que no existe "la familia" sino que hermanas y padres por separado.
Algo que hice hace poco, y con lo que creo tengo que terminar, para seguir trabajando, es que hace tres días boté muchos recuerdos, tome una caja que tenía cientas de cartas, de ex parejas, ex amigos, gente que ni recuerdo y antes de meterlas en una bolsa las leí. Con muchas reí, porque eran de pequeña, cartas de amigas con las que nunca nos íbamos a separar y han pasado años y no las veo. Con otras lloré, cartas de amor con poemas increíbles, historias de seres mágicos, tarjetas de feliz cumpleaños... todas tuvieron su minuto y sin mucha valentía pero con determinación, las boté.
Así parte mi 2010, con la idea que hoy es lo importante, hay que disfrutar el momento, trabajar a concho por lo que uno quiere y aprovechar todas las oportunidades, eso sí, con un poco de reflexión porque sino no resulta.

2 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

qué haces en mediode un poema?

Yuri Bec Zam dijo...

¡Hola!
Encontré tu Blog por casualidad y me gustó.
Veo que ya tiene mucho tiempo que no escribes nada, pero espero que lo revises de vez en cuando.
Seguré leyendo. Gracias.